martes, 20 de julio de 2010

Diario de un viaje al norte de la India 1 10 2009

Hoy dejamos Rishikesh… sobre las 6:30 nos levantamos para darnos una duchita, hacer las mochilas y tomar un chaid camino al parking donde nos espera Mahendra. El chaid lo tenemos que tomar en la calle, ya que es muy pronto y están limpiando los baretos, menos mal que por lo menos nos ponen el té. Disfrutando del sabor del té observamos la calle sentados en un bordillo, el discurrir de la gente, la mayoría sadhus que van a meditar al Ganges, algún chico que va a la escuela y turistas que llevan la típica alfombra para hacer yoga en algún centro de meditación. Apuramos el té cogemos las mochilas y atravesamos el puente de laskman jula para llegar al parking. Una vez metidos en el coche salimos dirección sur para atravesar el pueblo y coger la carretera hacia Chandigarh, el paisaje es muy bonito, lleno de arboles y verde tras dos horas paramos para desayunar en condiciones. Hacemos varias paradas en el camino a comer y beber coconut, el viaje se hace superpesado, si me pagaran para repetirlo no lo haría, con eso lo digo todo, creo que fueron 7 horas y 8. Al Llegar a Chandigarh, la ciudad sorprende, está muy limpia para ser india, organizada por sectores y con muchas glorietas y semáforos que se respetan, parece que estás en otro país, el lio para llegar al hotel es tremendo. Después de la paliza del viaje, decidimos comer en un restauran de luxe para celebrarlo y estar fresquitos, un pequeño lujo. Cuando llegamos al hotel, no nos quedan ganas de nada y decidimos practicar la famosa siesta., que es interrumpida varias veces por el personal del hotel pidiendo y devolviendo el pasaporte. Después de la reconfortante siesta, ya es de noche, pero nos apetece dar un paseo por un mercado, Mahendra nos quiere llevar a un restaurante donde hay un espectáculo con música tradicional, no nos va mucho pero insiste y al final vamos, es algo curioso. De vuelta al hotel paseamos para bajar la cena y a descansar ya que mañana partimos para Amritsar, Chandigarh es una ciudad puente que casi todos los turistas pasan por ella para ir a otros destinos.























reciclando:

jueves, 15 de julio de 2010

Diario de un viaje al norte de la India 30 09 2009

Hoy he descansado bastante bien, ayer tenía un tute encima que no podía con mi alma, nos hemos levantado pronto para disfrutar un poco del fresquito. La verdad es, que por la mañana refresca, desayunamos en una terraza frente al Ganges bastante bien y nos relajamos hasta las 8:30. El plan de hoy es ir a ver unas cascadas en la montaña, hora y media caminando, compramos agua para llevar en el camino y salimos dirección norte, a unos 5 km está el desvío hacia el parque natural, la subida empieza suave, pero a medida que avanzamos nos introducimos en un bosque espeso y la cuesta se empina, dicen que es 1,5 km, esto no es real… cuando llegamos a una cascada, decidimos bañarnos porque el esfuerzo nos hace sudar de lo lindo, tras un rato comenzamos a plantearnos volver ya que con las cuestas que hay no pensamos que cerca haya mas cascadas, pero un anciano que baja la cuesta nos indica con gestos que arriba hay otra cascada y se puede nadar. Según subimos tenemos momentos de arrepentimiento ya que la cuesta se convierte en una cima… poco a poco llegamos hasta una cascada enorme con un laguito que nos invita a refrescarnos, la temperatura no es tan alta y se puede disfrutar del momento, parece increíble el cambio que se produce unos metros más arriba. Cuando nos hemos refrescado, decidimos subir un poco más, ya que estamos, seguro que lo duro ya ha pasado, el camino al principio es peor… cuando coronamos la subida, continuamos por una acequia para el riego, el paisaje cambia radical, de bosque cerrado se convierte en un valle lleno de campos sembrados de arroz, el verdor es alucinante, tiene muchos matices que lo hacen muy atrayente. Continuamos 3 kilómetros más y ni rastro de cascadas, preguntamos a un hombre y nos dice que más arriba, pero ya estamos satisfechos de andar, cascadas y nuestros estómagos rugen con fuerza, con lo que bajamos. En la bajada coincidimos con dos españoles en la cascada y charlamos sobre su viaje y el nuestro, una charla divertida. El resto de la bajada la hacemos tranquilamente. Cuando llegamos abajo, Mahendra está comiendo, nos dice que la comida está buena, así que decidimos comer allí, es el típico bareto de carretera hecho de bambú, muy curioso. Por la tarde decidimos dar un paseo hasta el aarti, esta vez bordeando el Ganges, he visto en un mapa que hay playitas, el camino es mucho más bonito que el otro, está lleno de vegetación y de centros de meditación (Asram), deambulan muchos yoguis, sadhus y extranjeros con ropajes naranjas, están meditando en retiro espiritual. En el camino, buscamos una escuela para dar todo el material que he recogido de amigos, encontramos una del gobierno, pero está cerrada, un vendedor que teje gorros frente a la escuela, nos informa, confiamos en su buena y le dejamos todo para que lo entregue al profesor, parece que le conoce, lo dicho confiamos que lo entregue y no lo venda a los propios chicos de la escuela. Las playas son atractivas e invitan al baño, he leído que hay que tener mucho cuidado ya que hay mucha corriente y ocurren accidentes a los incautos, al final caigo en la tentación y bajamos para bañarme, Car tiene más respeto y prefiere esperar sentada disfrutando de la vista, varios niños nos aborda intentando vendernos flores y ofrendas, aunque les decimos que no, continúan hasta que se cansan, el baño es realmente reconfortante, hay mucho contraste de temperatura entre el ambiente y el río, disfruto como un niño. Cuando salgo Car está hablando con unos supuestos Sadhus que le piden dinero para medicinas, y me dice que si tengo algo para darles, les pregunto qué cuanto quieren a ver qué tipo de Sadhus son o más bien que avaricia tienen, me piden 200 rupias, me sonrío, le digo que le voy a dar algo para ayudarles, pero cuando hago el gesto de darle 5 rupias, me las niegan, entonces les digo que no les hace falta el dinero, y cambia su actitud instantáneamente, se ponen un poco agresivos gritando, con calma le digo que si fuera un Sadhu, que lo dudo, se conformarían con lo que les doy y con lo que otros les den por caridad, podrán comprar lo que necesitan, su respuesta es que yo tengo mucho… después de un intercambio de opiniones, me dice que si le doy el dinero, le contesto que si le hace falta sí, pero que cuando uno pide por necesidad, todo dinero es bueno aunque sea una rupia, me hace el teatrillo como que si pero se nota en su mirada que lo que quiere es la pasta, se lo doy y se marchan, nos quedamos como atontados mirando el curso del río, mientras a nuestro lado se bañan varios yoguis y se sientan en la orilla mirando al sol y rezando. Entonces ocurre algo que nos permitió sumirnos en la relajación y el disfrute, un grupo de yoguis con una extranjera, se sientan a nuestro lado y después de darse un refrescante baño, uno saca una flauta y toca melódicamente, mientras los demás se ponen en posición de rezo y rezan mientras disfrutan de la melodía, al poco tiempo llega otro que se une a la música con otra flauta, este último le hice unas fotos ayer en el aarti, disfrutamos del atardecer, en ese ambiente placentero, mientras hago alguna foto. Cuando terminan, le enseño la foto que le hice al personaje de ayer y se ríe mientras se ve, me pide que se la mande por correo cuando pueda, en eso quedamos, la vuelta al hotel ya de noche, es muy relajante, en el camino hacemos alguna compra y decidimos cenar en la terraza del hotel para disfrutar la última noche en Risikesh frente al todo poderoso Ganges. Mañana salimos camino de chandigarh, Shimla lo dejaremos para otra ocasión, ya que no cuadra el trayecto con los días que tenemos y va a ser mucha paliza en el coche, ya lo será de esta manera…

lunes, 5 de julio de 2010

Diario de un viaje al norte de la India 29 09 2009

Hoy toca madrugar para ver Haridwar prontito, que es cuando se vé realmente lo autentico. El aarti en todo su esplendor, a las 7 comienza en el Har-Ki-Pauri, cogemos un Ricksaw un poco mas debajo de la puerta del hotel, esta vez la negociación es un poco mejor 50 rs por los dos, después de una pelea, pero para no perder tiempo y llegar en hora lo cogemos. La calle está llena de shadus y gente transitándola en dirección al ghat. Llegamos en 15 minutos, los ghat están llenos de gente que se bañan y rezan mientras sale el sol, la vista es alucinante, nos situamos sobre un puente a observar, sigue habiendo gran cantidad de gente pidiendo dinero, algunos muestran su invalidez para dar más lastima, incluso los funcionarios del gobierno que recogen donaciones nos increpan para que donemos, les indicamos que donamos en las cajas que están para ello en el ghat, parecen conformarse con la explicación. Deambulamos por el ghat impresionados con la devoción que hay, pocos turistas alrededor, casi todo familias o grupos de amigos indios que vienen a realizar pujas para sus familias y ellos mismos, algunos curiosos nos pregunta de donde venimos y nos piden hacerse fotos con nosotros. Paseamos y nuestros ojos recorren el ghat ávidos de curiosidad, en la orilla contraria al pueblo, se agolpan los pobres lavándose y buscando algo en el rio, es curioso, un niño se desplaza por la orilla del ghat llevando un cordón que arrastra por las escaleras en busca de objetos, lleva un imán en el otro extremo, camina hacia atrás y cuando nota algo se agacha a recogerlo. Después un tipo del gobierno, intenta intimidarnos para que donemos dinero gritándonos sin parar, no me inmuto porque entiendo que es lo mejor, y con calma le indico que donamos en las cajas que están para tal efecto, se marcha refunfuñando. Nos quedamos un rato perdidos en nuestros pensamientos, mientras la gente se baña y disfruta tirándose agua y jugando con sus familiares y amigos, que felices son!!!. Decidimos ir a tomar un chaid ya que no hemos desayunado y estamos hambrientos, en la calle transita la gente a otro ritmo que por la tarde, es pronto. Nos sentamos a tomar el té y nos vienen a pedir varios pobres, pido un te para una anciana que me mira con la mano abierta, la situación se hace conflictiva ya que todos quieren que compres algo, y esto hace de reclamo para el resto que están pidiendo, con lo que decidimos no hacerles caso y cuando nos vayamos comprar unos tés y dárselos, Car se queda especialmente impactada con un hombre que tiene un pié de elefante, aunque los hay que dan mucha pena, como los que caminan sobre las manos y los piés, y ancianos en estado precario, verdaderamente es una pena. Cuando terminamos cogemos los tés y los repartimos rápidamente para coger el ricksaw sin más dilación y no crear una avalancha de gente. El ricksaw nos deja en el hotel, recogemos todas las cosas ya que hoy marchamos hacia Risikesh, llegamos en una hora, más o menos, la temperatura cambia un poco a más fresco, pero sigue haciendo calor, Mahendra nos deja en el puente Ran Jhula, pensando que es Laskman Jhula, con lo que hacemos una pateada escaleras abajo y arriba para ir y venir, cuando llegamos al puente de Laskman Jhula hace un calor de flipar, dejamos las mochilas y nos vamos a buscar un hotel sin carga, esto hace que lo puedas mirar mejor y no suba el precio, ya que no te cansas si tienes que ver varios. Hay mucha gente y cruzar el puente colgante es toda una experiencia, monos, vacas, viandantes, motos, bicis, etc. El hotel está reformándose o sea que toca buscar otro, nos decidimos por Lucky hotel, que aunque es un poco cutre, está limpio y es barato, y para lo que vamos a estar en la habitación no merece la pena pagar más, sin aire, por supuesto (250 RS). Además tiene una terraza que dá al Ganges donde ponen cenar y desayunos muy tranquila. Salimos para dar una vuelta y reconocer el terreno, coger las mochilas y dejarlas en el hotel. Cogemos el camino por el otro lado del rio para bajar a Ram jhula, es bastante bonito, pero hace mucho calor y cada dos por tres viene un todo terreno que hace la ruta Ram Jhula – Laskman Jhula, con lo que pierde un poco el encanto (luego me daré cuenta que hay un camino que va cerca del rio, con árboles y muy tranquilo). Estamos un poco tocadillos y decidimos comer en alguna terraza con vistas al Ganges y que corra el aire, elegimos el Bella vista, y es un acierto no solo por las vistas sino por la tranquilidad, después cuando nos traen la comida (khasmir pulao, butter naam y creps con tomate cebolla y queso) alucinamos, el mejor khasmir pulao que he probado, con frutas y frutos secos, nos relajamos y disfrutamos sin prisas. Cuando volvemos camino del hotel encontramos un sitio donde un alemán hace Apple strudel, y nos permitimos el vicio para esta tarde darle a Mahendra y que lo pruebe (es un poco caro para la india pero…). Despues dedicamos un poco de tiempo para conectarnos a internet hablar con la familia y mandar algún correo, vemos a nuestra sobrina en video y flipamos lo guapa que está. Esta tarde vamos a ver el aarti de Ran Jhula que está mucho más preparado para el turista, aunque es bonito, no tiene nada que ver con Haridwar, un Templo acondicionado con alfombras, una orquestilla con megafonía y mogollón de monjes, un hombre dirige la ceremonia y mientras suena la música algún turista que ha decidido hacer la ceremonia, junto con los monjes, se cogen de la mano alrededor del fuego se contonean mientras cantan, después prenden incienso y lo mueven al ritmo mientras el sol cae poco a poco, vamos un aarti ideal de la muerte. Cuando termina una extranjera baila como atrapada con la música mientras todos la miran. Ya es de noche, volvemos a la zona de Laskman Jhula cruzando el puente colgante abarrotado de gente que vuelve tras el aarti, nos vamos a cenar al bella vista y tras pasear disfrutando del fresquito de la noche nos acostamos para descansar que falta nos hace. Risikesh es mucho más turístico que Haridwar y todo está más preparado, mi opinión es que Haridwar es mas autentico y está menos preparado para el turista.

modulo de flirck para tu web