sábado, 28 de febrero de 2009

Diario de un viaje a thailandia 20/10/2008


Me levanto a las 7:00 para poder ver la vida thai en la isla. Cuando salgo del hotel, los dueños me miran extrañados y me preguntan donde voy hoy. Les digo que a ver gente. Me contestan diciendo lo que esperaba: "a estas horas puedes ver la vida de los thailandeses tal y como es". Segun salgo a la calle me encuentro un tipo que ayer me dijo donde estaba el 7 eleven y me ofreció unas excursiones que no aceptamos amablemente. Me siento a tomar un café con el y los parecen ser su familia. Me ofrecen tomar un atillo de hoja de platano rellena de arroz cocido con dulce de castaña, riquisimo. Cuando me voy, intento pagar lo que he tomado, pero me dicen que no que es un detalle. Creo que es porque quieren que vengamos a su hotel o hacer alguna excursión. Es curioso como el tipo se acuerda de mi nombre, me despido alegre. Ya deambulando por las calles todo es completamente diferente a cuando hay muchos turistas. La gente está limpiando sus casas, negocios o a sí mismos. Veo alguno durmiendo en una amaca en la calle, pero casitodos estan medio sopa, y llevan un ritmo lento y tranquilo. A la vuelta al hotel, compro en un puestecillo de la calle pollo y cebolla fritos, unos bollos y agua para llevar esta mañana a Rantee beach: la playa que está al otro lado del veiw point. tambien compro algo para desayunar en el porchecito del bungalow. Cuando hemos desayunado y preparado todo los que nos hace falta para el trayecto y estancia en la playa, salimos pateando. Las primeras escaleras son super empinadas y nos obligan a descansar un par de veces hasta llegar al primer view point. Aqui tomamos unas fotos y nos relajamos un poco. Continuamos por un camino de hormigon que atraviesa un bosque de palmeras. Más arriba hay otro view point, donde hay indicaciones para ir a la playa. Ahora el camino ya no es tan perfecto y pasa a ser un camino de montaña selvatica,. Llegamos a un cruce donde indica como seguir. Seria dificil encontrarlo sin indicación,. Continuamos por un sendero estrecho, no hay muchos animales o no los vemos. La bajada se pone un poco chunga y cuando peor está los mosquitos aprovechan para acribillarte a picotazos. Coincide que estamos sudando y no hay aire, practicamente no puedes pararte y tienes que ir matando a los que te pican, se hace un poco duro porque la bajada se las trae: empinada, llena de raices y barrillo. Cuando por fin llegamos y dejamos atras la pesadilla, se abre ante nuestro ojos un paisaje fascinante: arena blanca, aguas cristalinas, selva, y un atolon de coral a 10 metros de la playa. Tambien hay dos chiringuitos y algun bungalow para la gente que quiere apartarse de todo: la tranquilidad es alucinante. Decidimos tomar unas coca-colas para recuperar el aliento. Tras esto buscamos un sitio para estar agusto. Casi no hay nadie, asi que es sencillo: el mejor sitio con sol y sombra a los pies de un arbol. En los bungalow alquilo unas aletas y nos vamos a ver la fauna marina en el atolon. Car se queda en la orilla. Me quedo boquiabierto con lo que veo. Nunca habia vista algo igual: conchas gigantes de colores, peces de todos los tamaños, colores y formas, estrellas de mar, caracolas, decenas de tipos de corales, a cual más bonito, los peces te rodean; es fantastico, tanto que voy a buscar a Car a a la orilla para que lo vea. Al principio le cuesta un poco utilizar el tubo, pero cuando se hace, flipa y disfruta como una enana. Perdemos la nocion del tiempo en el coral, y cuando nos cansamos volvemos a disfrutar de la playa. Dando un paseo, me encuentro un bote de cristal. Me viene al pensamiento cuando pasaba los veranos en cartagena con mi tia y pescabamos peces con botes de cristal, asi que lo intento: de cebo, patatas fritas. Car se descojona de mi cuando se lo cuento y viene conmigo para verlo. Al principio los peces se acercan y algunos entran, pero son muy pequeños. Necesitamos uno que no pueda dar la vuelta en el bote. Despues de un rato, obtengo la recompensa y entra uno. Me sumerjo y ltapo el bote. La cara de car lo dice todo: se parte el culo pero está flipando. Le observamos un rato en el bote y le devuelvo, seguro que no sabe tan bien como bonito es. A comer que ya tenemos el estomago rugiendo. Mientras como, veo un aguila de cabeza blanca y no me lo creo. Avanza en dirección a la playa y con la sorpresa no puedo ni coger la camara. Me emociona, pero desaparece a la misma velocidad que llegó. Sacamos la comida y decidimos probar la fruta que todo el mundo nos dice que huele faltal y sabe dulce: DURIAN. Su puta madre!. No aguantamos un segundo con ello en la boca, (aqui me acordé de Norman... y de su familia!!). Como no hay quien se lo coma, se lo regalo a los de los bungalows. Despues de comer, vuelvo a ver el aguila y esta vez le puedo hacer una foto: eso sí, de lejos. Vuelvo al atolon, mientras Car se queda se queda en la toalla de relax. Pierdo la nocion del tiempo como antes disfrutando de la fauna coralina. Cuando vuelvo, está el personaje del taxi boat hablando con Car, para juntar a todos los que estamos en la playa y llevarnos a la bahia. Al final negociamos 100 por cabeza. Regresamos al hotel para darnos un bañito en la piscina y una duchita. Vamos a cenar a la playa y es la primera vez en el viaje que nos clavan por un puto cangrejo que encima estaba malo. El sitio es super romantico y disfrutamos de la tranquilidad. Después observamos como preparan la playa para los turistas, decorando los chiringuitos y detallando los espectaculos para más tarde. Damos un paseito y a descansar.

jueves, 26 de febrero de 2009

Diario de un viaje a thailandia 19/10/2008


Hoy es el cumple de Car, espero que tenga un buen día. Nos vamos a las phiphi, después de desayunar esperamos al pickup que nos recoge para llevarnos al ferry, como tarda mucho y se acerca la hora del ferry, llamo y me dicen que no me preocupe que seguro que vienen, por fin llegan y coincidimos con unos alemanes, estos me dicen que la organización que tienen los thais es espectacular, ya que todo está controlado y en efecto es así, al llegar somos mogollon de gente, nos ponen una pegatina y con longboat tail nos llevan al ferry que está en alta mar, están tan petados que me toca ir en la parte delantera tomando el sol. Embarcamos, todas las mochilas y maletas las almacenan en la cubierta con lo que hay un poco des control, pero hay que adaptarse, lo bueno es que tiene AC y cuando tienes calor dentro se está muy bien, el ferry para en Rai ley para recoger al resto de pasajeros que van a phiphi, al final si que va petado de verdad. Durante el camino entablo conversación con un thai que resulta ser el capitán del barco y le pregunto si puedo entrar a la cabina de mandos a lo que me responde que cuando quiera. Después de un rato le digo a car que voy a la cabina de mandos y flipa (como vas a entrar, luego le cuento el encuentro con el capitán), desde dentro la vista es mucho mejor, toda la parte delantera llena de turistas tomando el sol y luciendo palmito, en la cabina tres personas llevan el barco, bueno uno lo lleva y dos descansan, me echo un cigarrito aunque está prohibido y después vuelvo a mi sitio. Al llegar el tema de las maletas se convierte en una problemática, todos quieren salir los primeros y claro las maletas están apiladas, después de dar varias paso de coger mas, cada uno que espere su turno. La llegada al puerto tal y como me vaticinó mi amigo tito, es la puta locura, innumerables thais intentan pillar comisión llevándote al hotel ellos con el rollo de que te llevan las maletas y te ofrecen descuentos cuestionables, ya llevamos el suficiente tiempo para no caer en el lío y nos los quitamos de encima diciendo que tenemos reserva. Aun así nos tiramos 200 metros diciendo que no a todo, el agotamiento se hace latente, y paramos a comer un poco de pollo y unos pancake de plátano. No hacen mas que pasar farang, asi que nos vamos camino al tropical garden, una vez localizado porque está lejos, tienen un bungalow sin aire y una habitación con aire, nos decidimos por el bungalow ya que tiene hamaca y sitio para estar tranquilamente, si tenemos calor a la piscina que también tiene y ahorramos unos bath, total 700 bath dia. Dejamos los trastos y a aclimatarnos a la piscina, aquí se puede tomar algo en una barra de bar justo en el borde de la piscina, nos tomamos unos batidos de fruta. Ya con la mente serena y el cuerpo fresquito nos vamos a la playa para relajarnos, en el camino te ofrecen todo tipo de excursiones y actividades, pero hoy no es el dia hay que tantear antes y comparar precios para luego no tirarte de los pelos. Buscamos un sitio tranquilo en la playa y mientras car toma el sol yo intento hacer snorkel sin mucho éxito ya que la suciedad no lo permite. Permanecemos largo rato disfrutando de la relajación del paisaje y la tranquilidad que ofrece, de vuelta nos tomamos algo en un bareto de playa en el que se puede ver el atardecer. La sorpresa es que se ponen a jugar un partidillo justo delante de nosotros y al final me puede el ansia y voy a jugar un ratillo, acabo roto ya que con el calor te agotas, cuando vuelvo el del bar me dice que juego bien que de donde soy y al decirle spanish me hace la señal del pulgar. disfrutamos del atardecer sentados. Al volver al hotel vemos un halcón observando en los arboles de la playa. Duchita en el bungalow, paseito y cena en un italiano que hace unas pizzas de puta madre. Volviendo al hotel se da una circunstancia graciosa, desde la calle vemos la final de futbol sala entre españa y brasil y coincidimos con unos brasileños que también lo ven, es curioso como en la tanda de penaltis cada uno se comporta de una manera diferente pase lo que pase, al final perdimos!!!! pero les dimos a enhorabuena, que conste. paseito al hotel y a la cama que mañana si dios quiere vamos a atravesar la isla por el viewpoint para ir a la playa de Rantee, donde me han dicho que hay un atolon coralino de flipar...

miércoles, 25 de febrero de 2009

Diario de un viaje a thailandia 18/10/2008


Hoy excursión por las islas Hong, vamos un grupo de 19, pagamos al final 750p/p (se podia pagar 500 llorando un poco). En el grupo vienen 2 españoles Arit y Sara, Un vasco y una catalana con dos madrileños, buena mezcla. las islas son guapisimas pero el agua está turbia y hay mucha suciedad, viniendo he visto rastros de cargueros que abandonan la basura en la bahía para ahorrarse pagar por descargar, una pena. En la primera isla nos damos un paseo por un camino donde han dejado muestras del tsunami que arraso la zona, la vegetación es impresionante y se escuchan pajarillos cantando, vamos descalzos ay que el camino es de arena, Sobre la mitad del recorrido notamos como nos pican las piernas, que fuerte hormigas enanas nos atacan con tanta rabia que tenemos que correr y sacudirnos las piernas, nos cruzamos con unos guiris y les advertimos, pero claro se lo toman a coña y nos dicen que tengamos cuidado con la serpiente, despues disfrutamos de la playita e intento hacer snorkel sin mucho exito ya que no se ve nada. Hacemos el almuerzo pactado en la excursión, un poco de pollo, arroz, verduras y fruta. donde comemos hay una dragon de Komodo o similar que engulle los huesos del pollo como si comiera papilla, a la fruta no la hace ni caso, y los thais están pendientes para que no se acerque a las mesas donde comemos, pero claro, todo el mundo le echa las sobras. Tiene que hincharse a comer todos los dias. Despues del almuerzo el agua está menos revuelta y se puede ver algo mas de fauna marina, aprovecho los recursos naturales para que se acerquen los peces, rompo unas lapas y vienen a comer. Como me ensimismo en bucear, se me olvida que vamos en un grupo, asi que llego tarde para salir de la isla, charlita y listo. Tengo que decir que la excursion incluia soft drink y no tenian, incluso le dije al guia que lo ponia en el folleto, pero , me miro y me dijo todo, Tienen un poco de cara cuando quieren.
Cambiamos de isla y nos llevan a ver un lago en el interior de la isla, pasamos a su interior para disfrutar del paisaje y continuamos a otra isla para darnos un bañito, las islas son espectaculares, pero pienso que es mejor contratar algo para ir a tu bola aunque te cueste algo más de dinero, el tema de la independencia es fundamental. rematamos la faena en una isla donde se encuentra rescate maritimo con un chiringuito para tomar algo, hay muchas palmeras y el paisaje es bestial. Ya cansados por el trasiego de no hacer nada y estar al sol todo el dia, volvemos a Ao Nang para el ritual de la noche, baño en la piscina, duchita, vista del atardecer, busqueda de restaurante para cenar y paseito, tambien aprovechamos para comprar los billetes de ferry para las islas PhiPhi para salir mañana por la mañana. Ao Nang es como el benidorm de españa, todo lleno de tiendas para los guiris, restaurantes, hoteles y agencias de turismo. no nos ha gustado mucho.

domingo, 1 de febrero de 2009

Diario de un viaje a thailandia 17/10/2008

a primera hora tengo que ir a cambiar para poder pagar el hotel para el dia siguiente, ayer con el caos no controlé el tema de la pasta, asi que a madrugar para que luego nos dé tiempo para desayunar y darnos un rulo. Aprovecho para tantear un poco los precios de las cosas y tomar un cafelito en el 7 eleven, que es como un oasis entre tanto trapicheo con los precios(las cosas tienen los precios puestos, es una guia de iniciación al coste real de las cosas en thai.) Ao nang es como benidorm pero en chiquitito, todo para los farang(extranjeros), exceptuando que las playas son guapisimas y la gente habla raro, tanbien los longtail boot ponen su puntito de exotico, vuelvo al hotel a despertar a Car y desayunar, hoy queremos ira a Rai Ley. Vamos paseando desdIMG_06694e el hotel hasta la playa para negociar el longtail, en el camino muchos thais te abordan para preguntarte donde vas y te intentan vender el trayecto o saludarte y acto seguido venderte cualquier cosa que te imagines, son un poquito cansinos. Nos aprovisionamos de un pareo y una bolsa estanca para la camara y documentación, me he fijado que todos los thais llevan una, asi que mejor prevenir que curar, que luego vienen las tormentas tropicales y los disgustos. Una vez en la play llega la negociación y parece que todos han pactado 100 por persona y nadie se baja del burro, asi que lo pillamos. Subimos longtail, lo del motor es impresionante como adaptan motores de coches a los barcos, si el mar está traquilo todo va bien y puedes disfrutar del paseo fresquito y con unas vistas impresionantes de las playas y acantilidados rodeados de selva, manglares, etc. Al llegar a Ray ley est, nos quedamos impresionados de lo bonito que es, aunque no dedicamos mucho tiempo y atravesamos la peninsula para ver el lado Oeste donde está el manglar y dicen que es menos bonita, cuando llegamos la marea está alta y nos parece muy bonita. Aprovechamos para tomar un cocacola en un garito al pié de la playa que tiene unos cojines thais y una terracita donde descansar un poco del calor que hace. Siguiendo la playa por este lado direccion al mar, se atraviesa una cueva que te lleva a la playa de Phranangh, esta si que es flipante, creo que le han hecho un reportaje los del Nathional Geographic. Te deja fascinado, el paisaje es perfecto, el mar con diferentes tonos de color, arenas blancas bordeadas de arboles, palmeras, acantilados y farallones de roca caliza anaranjada con cuevas formadas por la erosion del agua, longtail con sus tiras de colores y la cueva del miembro viril, con cantidad de estatuas de falos repartidas por ella. Tambien muchos vendedores ambulantes que tienen practicamente cualquier cosa que necesites para comer o beber, ademas un longtail convertido en chiringuito ambulante con cocina live y bareto. Tambien pueden darte un masajito o quitarte las durezas de los pies por un precio modico. Paseamos un ratillo buscando un sitio comodo para pasar la mañana, el primer bañito es un poco raro, el agua está caliente, bueno todo está caliente. Para hacer snorkel no es una playa agraciada, lo bonito son los paisajes y el relax. Vemos como pasa gente equipada con los pertrechos de escalada direccion al farallon. Compramos un pad thai, pollo a la brasa, sandia y platanos por menos de 3 euros es realmente barato para esta playa. por la tarde damos un paseo para ver toda la playa con la marea baja el sol cayendo. Una tormenta se acerca y nos rodea, de pronto todo está oscuro y parece que sobre nosotros hay un claro, decidimos volver antes de que se ponga peor... el problema es que tiene que llenarse el longtail sino no sale... y por un error con el ticket, cuando está lleno tenemos que ir a otro porque ese no nos lleva con el ticket azul, otro ratito de espera, ahora si que empieza a llover de verdad. La vuelta no es tan grata como la ida, no para de llover y el logntail de saltar, lo bueno es que refresca. Al llegar y bajarnos, el agua de la playa tiene una temperatura super agradable mas bien caliente y se agradece, os podeis imaginar el trayecto hasta el hotel sin parar de llover, de perdidos al rio, en el hotel flipan de como venimos de mojados. Nada mas llegar a darnos un bañito en la piscina y una duchita caliente. Después cuando viene la calma y deja de llover nos damos un paseito viendo un poco el pescado que tienen expuesto en la entradas de los restaurantes para elegir algo fresquito, un paseito y a descansar al hotel. Mañana excurcion a las islas Hong

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