lunes, 30 de agosto de 2010

Diario de un viaje al norte de la India 2 10 2009


Después de muchos días madrugando, hoy nos levantamos un poco más tarde 8h. Desayunamos en la habitación tranquilamente y después nos vamos a visitar un parque famoso en esta ciudad “Rock Garden”, tiene un estilo a lo que hace Cesar Manrique en Lanzarote, utiliza elementos de cerámica, loza de baño, cosas recicladas (pulseras) y de la naturaleza sobre todo piedras para hacer figuras de animales, personas y arboles, todo mezclado con materiales diversos, y agua para formar canales y cascadas salpicados de arboles. Todo esto hace del parque un lugar agradable y sorprendente. La mayoría del turismo es indio, sobre todo colegios y familias muy numerosas. Les llamamos la atención y los más atrevidos nos preguntan de todo, nombre, si estamos casados, si tenemos hijos, cual es nuestro país, etc. Un grupo de colegiales nos rodean y nos cosen a preguntas, es tal caos que al final tiene que llegar el profesor para poner un poco de orden y da turnos para las preguntas, pasamos un rato divertido con ellos, nos dan consejos para no coger enfermedades en la india. Hacemos la visita por el parque siguiendo el itinerario que tiene marcado con pasadizos y pasillos, cada zona es muy diferente y te deja sorprendido. Nada más terminar la visita salimos hacia Amritsar, tras 5 horas de viaje con parada para comer en un bareto de carretera, llegamos a Amritsar, el sol se está poniendo y deja unos tonos preciosos sobre la ciudad, ésta está llena de gente transitando, para llegar al hotel que está en el centro, frente al templo de oro es un caos tremendo, hay que hablar con la policía para que nos deje pasar y aun así nos ponen problemas. Claro al ver la ubicación del hotel me hago a la idea, está a apenas 100 metros del templo de Oro. Hacemos un descanso en el hotel y después vamos a visitar el templo por la tarde, en la entrada hay unas consignas donde depositar tus zapatos, es imprescindible entrar descalzo y con la cabeza cubierta, y una serie de restricciones normales para un recinto sagrado. Para pasar tienes que lavarte los pies en unos cuadrados llenos de agua, una vez cumplidos los requisitos posados para fotografías incluidos, entramos y nos sentamos a los pies del lago para observar, tras un rato una chica comienza a preguntarnos de donde somos, como nos llamamos, etc. Un chico nos interrumpe hablando en ingles y contándonos la historia del templo, a una velocidad difícil de entender , le digo que por favor hable más despacio, pero me ignora, al final la chica nos interrumpe y nos dice si queremos ver el templo con ellas (son tres hermanas)…es un respiro, ya que el chico no para, al final intercambian una palabras y nos vamos con las chicas, nos comentan algo como que no tenía buenas intenciones, era de imaginar, nos explican que son sij y algo de la historia del templo, nos conducen a los comedores mientras nos dicen que todos los que peregrinen al templo tienen derecho a comida y cama gratuitas, se puede donar dinero, si se quiere, pero no es imprescindible. En la entrada se ve el trabajo de los voluntarios llevando bandejas y perolas de comida, mientras hacemos cola para recibir una bandeja, un bol y una cuchara, seguimos la corriente humana a un comedor donde hay dispuestas unas alfombras en filas a lo largo del comedor, hay gente comiendo y otros abandonando la estancia, rápidamente te sitúan en una alfombra donde te sientas y sitúas tu bandeja y el bol, los voluntarios reparten con perolas arroz con leche y lentejas muy picantes tipo rancho, otros llenan el bol de agua y reparten chapatis (pan) cuando acercas tus manos para recogerlo, las chicas nos dicen que no es de buena educación dejar nada, así que tengo que hacer acopio de resistencia para poder comerme las lentejas, incluyendo las que Carmen no puede comer, el arroz con leche me vino de perlas para contrarrestar el picor. Todo transcurre a gran velocidad ya que otros peregrinos esperan para comer y hay que hacerlo dinámicamente, al finalizar recogemos nuestros utensilios y abandonamos la estancia, en la salida vas colocando cada utensilio en una montaña, que voluntarios recogen rápidamente para lavarlo y volverlo a llevar a la entrada, es toda una experiencia que recomiendo. Una vez fuera del comedor las chicas nos dicen que se van a casa y que tengamos unas felices vacaciones, nos despedimos. Decidimos dar un paseo alrededor del templo tranquilamente disfrutando del fresco de la noche y observando a la gente, y la decoración del templo, es precioso, está constantemente armonizado por un sij que lee armónicamente las sagradas escrituras por unos altavoces. Hacemos un donativo para el templo y te entregan un recibo con tu nombre, curioso. Recogemos las zapatillas del depósito y nos perdemos entre la multitud, cuando vamos a fumar un hombre nos regaña e incluso un policía nos dice que está prohibido en cualquier lugar que se divise el templo, hacemos unas compras, unas sandalias por 160 rs. Después de deambular por las callejuelas un rato, ya de noche nos vamos al hotel para tomarnos un Sweet lassi en la azotea disfrutando de las vistas y del fresquito que es muy agradable.

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