lunes, 8 de junio de 2009

DIARIO DE UN VIAJE A MARRUECOS, MARRAKECH, ATLAS 14/02/09


A pesar de haberme acostado tarde me levanto pronto, ya se oye cacharrear en el exterior. Las mujeres de la casa ya están trabajando, las saludo y tras observar un poco el patio con la perecilla de recién levantado, me voy a pasear un rato por las calles del pueblo. En la calle veo a un niño que espera para entrar en la escuela, está solo y me mira un poco reticente, se esconde detras de la esquina de la escuela, me acerco y le saludo, al rato me está enseñando los libros de la escuela, son libros divertidos, nos reímos con los dibujos que aparecen, le regalo un boli y le pido permiso para hacernos una foto juntos, le parece bien, luego me pide verla, sonríe al verse. poco tiempo después llegan más niños y me alejo para no coartarles y me siento para observar a lo lejos. Juegan al truque, se pelean o charlan antes que abran la escuela. Sale Joselo y nos vamos a dar una vuelta por lo alto del risco donde se divisa la parte baja del pueblo, charlamos de la vida, la suerte que tenemos de haber nacido en este lado del mundo y si seria bueno ayudarles personalmente o con una asociación para que pudieran prosperar... Sacamos la furgoneta y la dejamos frente a la casa. Al entrar a la casa, ya tienen preparada la mesa para desayunar, nos sentamos con Mohamed y su padre, y nos sirven; leche, agua, tortas de pan y aceite de oliva, nosotros sacamos nescafe, colacao y azúcar (que le dejaremos ya que les gusta). Después de comer esto, nos sacan el plato gigante con sémola y el aceite rojo con olor a cabra. uff que fuerte estaba. Al terminar, revisamos la mochila y sacamos toda la ropa que no vamos a usar para dársela, También saco el resto de regalos que tengo y se lo enseño para ver si le pueden hacer falta, se muestra muy agradecido, como también llevo pinta uñas y alguna cosilla para las mujeres, le pido permiso para dárselo y llama a una de sus hermanas para que lo vea, lo coge rápido y se va despavorida, al rato las oímos gritar de ilusión un poco después asoma una cabeza con una pintura para preguntar para que vale, parece ser un eyeline. Nos despedimos de la familia sin poder hacer la típica foto de recuerdo( quedará en nuestra mente) y con la esperanza de volver a verlos algún día. cargamos la furgoneta y salimos por la pista de Dades hacia un poblado de nómadas de las montañas que conoce Mohamed. La pista inicialmente está muy bien y subimos sin problemas, después de 5 kilómetros la cosa se pone fea, tanto que el coche patina, Raúl que le mola esto de subir pistas lo intenta, pero poco mas arriba hay unas lancheras de piedra y el coche vuelve a patinar y a lanzar piedras sueltas, entonces le dejamos aparcado y comenzamos la ruta a pie, son como 2 o 3 kilómetros subiendo una garganta hasta llegar a un collado, de aquí bajamos por una ladera con riscos y cortados donde aparentemente no hay nada y de repente incrustada en la roca aparece un cabaña hecha de palos y sacos cosidos, unos muros hechos de piedra para el ganado y una pequeña cabaña de piedra y techo de ramas. Nos reciben dos tímidos niños de apenas 10 años, vestidos con ropas viejas y remendadas. Según mohamed nunca han bajado al pueblo y se ocupan de cuidar la casa mientras los padres salen con el ganado. Tienen 28 corderos y bastantes gallinas que utilizan para cambiar por las cosas que necesitan en el pueblo, también fabrican los violines que vimos ayer en la boda y venden fósiles a los turistas que se dejan caer por aquí. Nos preparan un te a la menta, como tienen que ir a 3 km a coger agua les damos la que llevamos. Después disfrutamos del té con una tranquilidad absoluta, y tras un rato nos despedimos y volvemos al coche montaña arriba. La vuelta la hacemos por otra parte, acortando por medio de la montaña, es impresionante como se orienta Mohamed, sale directamente al coche, nos parecía que íbamos a llegar mas abajo, pero exactamente aparecemos en el coche. En el camino le intento regalar una navaja a Mohamed, pero no me lo permite, me dice que somos amigos y que es mía, no insisto para no incomodar le. Una vez en Tantattouche nos pide si podemos llevarle a Tinehir y así lo hacemos, de camino paramos en un descampado donde mohamed y un amigo están haciendo un camping para turistas, están empezando y dedican los días festivos para trabajar. Ya en la bajada paramos en las paredes del Todrá a ver los puestecillos y comprar algo. Continuamos por el cañon y despues porel palmeral hasta Tinehir, dejamos a Mohamed donde nos indica y nos despedimos con un HASTA MAÑANA. Hacemos el intento de comprar vino, pero no encontramos ningún sitio abierto, compramos algo de comida para continuar el viaje, nocilla, pan y unos dulces (mala suerte para Joselo, no le gusta la nocilla blanca y viene mezclada). Decidimos continuar sin ver Dades hasta Skura y allí coger hotel y relajarnos. en el camino surge el estress por el tema ya demostrado de que hay que comer a su hora, aunque la superamos como podemos, esta teoria va marcar un hito. Al llegar a Skura, tardamos 30 minutos para atravesar un palmeral buscando hotel, paramos en alguno que está en la carretera, pero sin comentarios de lo cutre que es. Cuando llegamos al Jardín de Skura flipamos con lo bonito que es, piscina, jardines, jaimas, terracitas, habitaciones amplias y bonitas, pero nos pide mucho dinero por la habitación 500dh habitacion, cena y desayuno por persona, se nos sale del presupuesto, nos tomamos una cerveza en una terraza con olivas y meditamos, al final nos vamos al hotel Royal en Quarzazate, pillamos carretera y zumbamos par llegar pronto, Edu que lleva todo el viaje queriendo y sin poder coger el coche (se ha dejado el carné de conducir!) lleva el coche por la pista para quitarse el mono. Con un poco de jaleo llegamos al hotel royal donde pillamos habitación cuádruple por 208dh los cuatro con agua caliente. Como venimos un poco cansados y con tres días sin ducharnos necesitamos tranquilidad para ducharnos y relajarnos, parece que estás en el cielo después de ducharte y cambiarte. Para cenar nos vamos al Cheff dimitri, un restaurante con delicatesse francesas donde nos damos un homenaje en la cena con vinito, café y postre. En el interior parece que estás en otro país, resulta muy acojedor y tranquilo, está decorado con cuadros con fotos dedicadas de todos los artistas del cine que han venido a hacer películas. Nos pasamos un descojone con la peli "carros de fuego" (que por cierto no he visto) ya que a Edu le impactó en su momento y varias de las fotografias se le parecen al protagonista y lo comenta, claro las tres primeras bien, pero apartir de que le pregunta al camarero por una, ya empezamos con la con la coña; oye ese de allí no se parece al protagonista de "carros de fuego" y al final lloramos de la risa. Lo pasamos de puta madre y a gusto, al terminar nos damos un paseito y a dormir que estamos rotos. Tomaaaa tomaaaa toma!!!!

2 comentarios:

Always dijo...

¡Que bien transmites las sensaciones! Aupa....
He estado leyendo todo el relato con la sonrisilla en la boca, acercando todos esos recuerdos a mi mente...
Gracias por hacerme feliz de nuevo...

Chato dijo...

La felicidad es compartida, ver que sirve para algo el blog te anima...

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